miércoles, 13 de marzo de 2013

"Habemus Papam"



El Papa jesuita, vestido sólo de blanco, con cruz de madera al pecho.
Francisco I: "Recemos siempre los unos por los otros. Por todo el mundo. Porque sea una gran hermandad"

El humo de la chimenea de la Capilla no dejó lugar a dudas. ¡Habemus Papam! Un Cónclave rápido, cumpliendo las previsiones más optimistas de los vaticanistas, apenas 24 horas después de que se entonara el "Extra Omnes" y 115 hombres se encerraran en la Sixtina. Las campanas de San Pedro repican a gloria.

Tan cálido y sensible que antes de bendecir a los feligreses pidió que lo bendijeran a él. Inclinándose a la muchedumbre en plan Juan XXIII con una actitud desprovista de boato que se atiene a la ejecutoria espartana del sobrenombre elegido: otra novedad, pues nunca tampoco un pontífice había elegido el alias de Francisco.

"Recemos unos por otros, por todo el mundo", dijo el bonaerense.

Hicieron falta cinco votaciones. Un Cónclave breve del que se tuvo noticia a las 19.07 horas. Ya entonces los fieles habían abarrotado la Plaza de San Pedro, sin importarles la lluvia ni el frío invernal con que se deslucía el acontecimiento.

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